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AL RESCATE DE SOMERSET MAUGHAM

Eufemérides.

EL BEST SELLER OLVIDADO

Francisco R. Pastoriza

         A los intelectuales que criticaban con dureza la comercialidad de las obra de Somerset Maugham, éste les decía que una novela siempre sería un best seller si cumplía tres reglas, pero nadie sabía cuáles eran. Sin embargo parece que el escritor sí las  conocía, pues cada novela que publicaba se convertía automáticamente en best seller. Lo que es ciertamente inexplicable es cómo un escritor como él, autor de más de veinte novelas, cien relatos, treinta obras de teatro, ensayos y libros de viajes, todos de gran éxito, muchos de ellos adaptados al cine por grandes directores (Henry Hathaway, William Wyler, Raoul Walsh, Edmund Goulding) y protagonizados por estrellas como Bette Davis, Leslie Howard, Gloria Swanson, Eleanor Parker, Rita Hayworth, Greta Garbo, Tyrone Power o Kim Novak, considerado en su día como el novelista mejor pagado del mundo y asiduo en las páginas de todos los periódicos y revistas de la época, esté hoy prácticamente olvidado y casi nadie lea sus obras.

         William Somerset Maugham nació en París el 25 de enero de 1874, hace 150 años, porque su padre era funcionario de la embajada británica en esta ciudad. Su madre murió de tuberculosis cuando William tenía seis años, un acontecimiento que lo traumatizó seriamente y al que se atribuye la severa tartamudez de la que nunca consiguió curarse. La foto de su madre presidió toda la vida la cabecera de su cama. Su padre murió dos años después, así que, al quedarse huérfano, fue enviado a Inglaterra al cuidado de su tío, el vicario Henry MacDonald Maugham, que lo sometió a una férrea disciplina en una asfixiante atmósfera  de represión. Desarrolló una personalidad acomplejada, vulnerable y tímida, que le dificultó relacionarse en sociedad.

Se educó en universidades inglesas y alemanas, donde estudió la carrera de Medicina, que nunca ejerció, sin atreverse a confesar a su tío que su verdadera vocación era la de escritor. Disimulaba su homosexualidad llevando una vida pública respetuosa con las costumbres victorianas de la época y llegó a casarse con la diseñadora Syrie Wellcome, con la que tuvo una hija, sin abandonar nunca a su amante, el norteamericano Gerald Haxton, al que conoció durante la Primera Guerra Mundial y con quien pasaba largas temporadas en su residencia de Villa Mauresque en la Riviera francesa, decorada con cuadros de Picasso, Matisse y Gauguin, artista del que escribió una biografía novelada. Se le atribuyen también relaciones con H.G. Wells, W.H. Auden y Lytton Strachey. A la muerte de Haxton, su lugar lo ocupó Alan Searle, que hacía también de secretario.

Durante la Primera Guerra Mundial Somerset Maugham trabajó como conductor de ambulancias de la Cruz Roja, desempeño en el que conoció a Ernest Hemingway y John Dos Passos, y luego se hizo espía del MI6 y como tal desempeñó actividades en Rusia.

Sus primeros éxitos fueron en el teatro (llegó a tener en cartel hasta cuatro obras al mismo tiempo en Londres, algo que no ocurría desde los tiempos de Shakespeare), pero su dedicación preferida fue la novela. Publicó la primera en 1897, “Liza de Lambeth”, antecedente del realismo social. Trata de la vida en los suburbios de una gran ciudad, en donde sitúa el drama de las relaciones de una pareja de adúlteros. Con este libro ya cosechó el éxito que le decidió a dedicarse a la literatura, que aumentó con títulos como “El velo pintado” y “El filo de la navaja”. En “Servidumbre humana”, considerada como una obra maestra, vertió parte de sus experiencias biográficas («Realidad y ficción están tan mezcladas en mi obra que ahora, echando una ojeada en ella, difícilmente puedo distinguir la una de la otra», escribió en 1938). Como cronista de los últimos estertores del colonialismo viajó al Pacífico, la India y el sureste asiático. Pasó la Segunda Guerra Mundial en Hollywood escribiendo guiones y controlando las adaptaciones de sus novelas al cine. Después dejó de escribir. En un libro de memorias publicado en 1962 incluyó duros ataques contra su exesposa Wellcome Syrie, que le costaron perder algunas amistades. Murió en 1965 en Niza cuando tenía 91 años, afectado de alzheimer.